lunes, 8 de agosto de 2011

Primera Biblioteca Popular Argentina



Actualmente es moneda corriente hablar sobre las bibliotecas populares de nuestro país, donde todos tienen acceso libre y gratuito a la bibliografía que en ellas se encuentra. No solo hablamos de bibliotecas populares como un templo de las editoriales sino también como un lugar de contención tanto para adultos como para niños. Mientras más se recorren estas instituciones mejor se puede apreciar el trabajo que llevan a cabo quienes en ellas trabajan.  Aportando con lo que pueden en la medida de sus capacidades, ya sean conocimientos manuales, talleres o ayuda escolar.
Pero no siempre pudo hablarse de entidades sin fines de lucro y laicas como lo hacemos hoy en día, hasta hace muy poco tiempo, comparándolo con la historia universal, hasta hace solo un par de siglos las bibliotecas pertenecían a instituciones eclesiásticas. Solo se podía acceder a los libros seleccionados  y aprobados. Esto no hacía más que dividir aun mas las aguas, entre los que saben y los que no; entre los que pueden y los que no pueden; los letrados y los ignorantes.

¿Cuándo se creó la primera Biblioteca Popular en Argentina?

Entre las muchas e innovadoras ideas que vieron la luz  en la junta de gobierno de 1810 estuvo, de la mano de Mariano Moreno, la de crear una biblioteca para poder “Educar” a la incipiente sociedad argentina y así crear una opinión pública. A medida que se instruía a la ciudadanía, esta podía informarse por sí misma a través de los diarios de la época, en esta naciente Argentina se trataba de la Gazeta de Bvenos Aires.
 Sus primeros libros fueron donados por las entidades eclesiásticas del país, al igual que sus primeros bibliotecarios, Saturnino Segurola y Fray Cayetano Rodríguez, mientras que el protector de la biblioteca fue Mariano Moreno.  Pero fue recién casi a fines del siglo XIX, cuando la biblioteca tomó carácter de nacional, acompañada de los cambios que vivía el país, tanto en materia económica  como política y social.  “La Biblioteca significaba un cruce, que ya estaba en la vida de estos hombres, entre los compromisos políticos y las labores intelectuales “.
La biblioteca acompañó los cambios que se fueron produciendo en la sociedad argentina conforme a las figuras que iban desfilando por ella y los debates culturales que allí se dieron.
Sus primeros dos años trabajo directamente desde el edificio del cabildo, hasta que en 1812 se trasladó a, lo que hoy se conoce como, “La manzanas de las Luces”, entre la intersección de las calles Moreno y Perú.
En 1960 se destinaron tres hectáreas para la construcción de un nuevo edificio, en el cual pudiera funcionar adecuadamente la institución.  El proyecto fue llevado a cabo por los arquitectos  Clorindo Testa, Francisco Bullrich y Alicia Cazzaniga.  Se construyó un  edificio estilo “Brutalista”.

Hoy:
Salas de lectura:

La sala de lectura principal lleva el nombre de su primer protector, Mariano Moreno. Cuenta con 800.000 libros de acceso gratuito para todo el público, entre los que se encuentran tesis doctorales, además de valiosos y antiguos tomos de colección. Además se dispone de terminales de autoconsulta, donde se encuentran registrados  todo el material bibliográfico. Además de contar con personal especializado para el asesoramiento de acuerdo a las necesidades.
Los usuarios de la biblioteca que además cuentan con credencial de “investigadores”, pueden acceder a gabinetes equipados con computadoras y acceso a internet, para llevar a cabo su trabajo.
Mientras tanto la sala Gregorio Weinberg brinda las mismas comodidades, aunque a ella también puede accederse a estudiar con apuntes o libros particulares.
Entre otras de las destacadas salas no puede dejar de nombrarse la Hemeroteca. Una sala de lecturas inaugurada en 1932 y “se supo desde su inicio guarda del más importante fondo documental”. Su contenido está dividido en cuatro sectores:
•    Sala de Lectura Ezequiel Martínez Estrada, destinada a las publicaciones periodísticas modernas;
•    Sala de Publicaciones Periodísticas antiguas “Roberto Arlt”, el acceso a ella esta destinado únicamente a los investigadores. Cuenta con publicaciones periodísticas editadas hasta 1930;
•    Sala de Lectura Informal, acceso a “estantería abierta” para todos los usuarios.
•    Sala de Referencia Electrónica y Prensa Digitalizada.

La Biblioteca Popular Argentina es un claro reflejo de los cambios sociales que se han producido a lo largo de las últimas centurias en el país.

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